En una grave enfermedad los ancianos nos dan mil vueltas y nos hacen reflexionar acerca de la vida, sobre lo que soñábamos que fuera y lo que realmente nos ha tocado vivir…

Esto no se trata de ninguna queja sino de una mínima exposición de lo que es nuestra vida muy por encima, sin entrar en detalles.

¿Cómo en un segundo puede cambiar tan radicalmente sin haber marcha atrás?

Bueno, lo único que no tiene solución es la muerte, entonces aún, tenemos suerte.

¿Cuántos de nosotros hemos coincidido en pensar que preferíamos un cáncer de los peores porque al menos lucharíamos contra algo visible?

¿A cuántos de nosotros nos ha cambiado la vida y la de nuestras familias?

¿Cuántos se han separado o divorciado?

¿Cuántas crisis matrimoniales e infidelidades?

¿Cuántos problemas para ponerse de acuerdo en la educación de los hijos?

¿Cuántos problemas sobre los cuidados y forma de hacer las cosas?

 

A veces, lo que ellos creen que es bueno para ti, no lo es, pero al no poderte comunicar… la frustración es grande.

No reconocerte en el espejo es complicado de asumir.

Quedarte desfigurada es duro de encajar cuando has sido una mujer que tu rasgo principal era tu conversación, tu simpatía y tu sonrisa…

De repente… te arrebatan todo, porque hablar como alguien con un grave problema neurológico… y sin apenas voz.

Te deja fuera de juego, junto con los temblores exagerados y la falta de fuerza y debilidad extrema, diarrea cronificada, no poder caminar, mareos constantes, síncopes, pérdida de equilibrio, solo poder estar en cama.

 

¿Cómo se vive así?

Pues es que no se vive.

Se sobrevive como se puede ya que esta enfermedad la #EncefalomielitisMialgicamuysevera es incompatible con la vida.